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Rodilla y cadera, dianas de la artrosis

La artrosis se produce por la degeneración de los cartílagos de las articulaciones, es por tanto una enfermedad degenerativa. La rodilla y cadera son las articulaciones más propensas a sufrirla, son las dianas de la artrosis.

La degeneración del cartílago supone un desgaste de estas almohadillas que sirven para unir los huesos. El desgaste produce dolor. Este desgaste en muchas ocasiones se produce por un exceso de carga, de peso.

La rodilla y cadera son las articulaciones conocidas como articulaciones de carga, porque sobre ellas cargamos el peso de nuestro cuerpo. Llegan a soportar, en algunos movimientos hasta tres veces el peso de la persona, de ahí que sean las más propensas a sufrir artrosis.

Síntomas de artrosis de rodilla y cadera

En el caso de la artrosis los síntomas suelen implicar dolor diario en estas regiones. Hay que tener en cuenta que el dolor de cadera esta localizado en la zona de las ingles. La rigidez, dificultad para levantarse, problemas para subir y bajar escalera. El dolor cede en reposo y aumenta cuando comenzamos a caminar.

Cuando sufrimos artrosis en alguna de estas articulaciones es importante hacer un diagnóstico correcto, para saber qué tratamiento seguir. Es fundamental acudir a un médico o especialista para que valore nuestros síntomas e indique los pasos a seguir en el tratamiento.

Causas de la artrosis de rodilla y cadera

Entre las causas más importantes de la artrosis encontramos, además del sobre peso o la sobrecarga de las articulaciones, otros factores. Os los resumimos a continuación.

Están los factores genéticos. Hay personas que ya nacen predispuestas por factores genéticos a sufrir artrosis. Sus genes hacen que sea más fácil padecer la degeneración del cartílago.

La edad es otro factor que afecta a la artrosis, a medida que nos hacemos mayores, el cartílago se debilita y se desgasta por el paso del tiempo.

El deporte de impacto y los deportistas profesionales son también más propensos a sufrir artrosis.

Prevención de la artrosis de cadera y rodilla

Uno de los grandes enemigos de los cartílagos, como hemos dicho es el sobre peso, por lo que es necesario combatirlo. Debemos mantener nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) en valores saludables, que no indiquen sobre peso ni obesidad. Para ello es importante llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio.

Realizar ejercicio físico adaptado a la edad y características de cada persona ayuda a mantener los huesos y los músculos fuertes, lo que protege a los cartílagos y evita su degeneración. El sedentarismo es perjudicial para nuestra salud y nuestros cartílagos.

Una alimentación sana, según los parámetros de la dieta mediterránea, nos ayuda a reducir el riesgo de artrosis. Además debemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en magnesio, azufre y sobre todo silicio. El silicio ayuda a sintetizar el colágeno, que es la sustancia que se destruye cuando padecemos artrosis. Además sintetiza el calcio, fundamental para nuestros huesos, para que se mantengan fuertes y sanos.

Los estudios científicos aseguran que también es conveniente añadir a nuestra dieta, la ingesta de leche desnatada, que contiene calcio, fundamental para nuestros huesos. Es un elemento que suma a todos los anteriores.

Por lo que respecta a complejos vitamínicos, ayudan, pero deben tomarse en situaciones críticas. Por ejemplo, después de sufrir una enfermedad que baja nuestro rendimiento. No hay que tomarlos todo el año.

Lesiones de rodilla más frecuentes, especialmente en deportistas

Las  rodillas son las articulaciones del cuerpo que no dan estabilidad. Además nos permiten doblar y enderezar las piernas.

Tanto la flexibilidad como la estabilidad son necesarias a la hora de ponernos de pie, caminar, correr, agacharnos, saltar o darnos la vuelta. Es decir, las rodillas nos permiten el movimiento, giro y cambio.

Hay otras partes del cuerpo que ayudan a las rodillas a cumplir con su función. Éstas son: los huesos, cartílagos, músculos, ligamentos y tendones.

Al igual que el cuerpo forma un engranaje completo y complejo con cada articulación, la rodilla, en particular, también lo hace con todas estas partes mencionadas. Lo que hace, que si cualquiera de estas partes se lastima o no cumple su función, pueda causarle dolor.

 Rodilla. Fuente: Blog fisioterapia.uaz.edu.mx

Lesiones más habituales de rodilla

– La artrosis:

Dentro de las lesiones de rodilla más comunes se encuentra la artrosis. Como podemos leer en el blog tratamientoartrosis, ésta es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones; y, en especial, al cartílago articular. El cual es un tejido que recubre la superficie de los huesos, y facilita que unos se deslicen sobre otros. Si éste se rompe o se desgasta, los huesos acaban rozando entre sí, lo que provoca dolor, inflamación y pérdida del movimiento articular.

En casi todas las lesiones de rodilla se presenta uno o varios de los siguientes síntomas: dolor, hinchazón e inestabilidad en la articulación que puede ceder o quedar bloqueada.

Dolor de rodilla. Fuente: Blog comunidadpadel.com

Otras lesiones de rodilla que se presentan con frecuencia, especialmente en deportistas, son:

– Esguince

Un esguince de rodilla ocurre cuando uno o más ligamentos de la rodilla se estiran o desgarran súbitamente. Los ligamentos son tejidos cuya función es mantener unidos los huesos. Además de eso, sostienen la rodilla y mantienen alineados los huesos y la articulación. Gracias a ellos, podemos caminar, doblar y girar las rodillas.

Podemos hacernos un esguince por dos motivos principalmente:

1) Si realizamos movimientos que no son normales en la rodilla, o deportes donde se apoya el pie y se gira rápidamente la rodilla.

2) Por golpes o choques en la parte frontal, en los lados, o en la parte trasera de las rodillas. También pueden ser causados al tropezar y caer sobre las rodillas dobladas.

– Distensión:

La distensión se produce cuando un músculo o un tendón han sufrido demasiado estiramiento. También recibe el nombre de músculo estirado, lo cual se produce cuando se daña un músculo por actividad física excesiva.

– Lesiones en el cartílago de la rodilla:

Los cartílagos de la rodilla, llamados meniscos, actúan como amortiguadores de la articulación.

Los meniscos son dos almohadillas en forma de medialuna, formadas por una sustancia llamada fibrocartílago y están situados entre el cartílago del hueso del fémur y el de la tibia.

Su función es amortiguar el choque entre estos cartílagos y aumentar su congruencia, ya que la forma del cartílago tibial no se corresponde exactamente a la del femoral. De esta manera se distribuyen mejor las cargas y se estabiliza de manera más eficaz la rodilla.

Los meniscos se rasgan o se rompen cuando la rodilla sufre un giro violento, habitualmente porque el cuerpo se mueve respecto a la pierna fija. Esto puede pasar más fácilmente en algunos deportes como el esquí o el fútbol. También al levantarse bruscamente desde una posición de cuclillas.

– Rotura de ligamentos:

Como parte de esta articulación en bisagra que es la rodilla, están los ligamentos. Éstos, son haces de fibras de colágeno que tienen como función limitar el desplazamiento de la articulación por encima de los límites anatómicos y biomecánicos.

Es una lesión habitual en deportistas profesionales, especialmente en los deportes donde hay que correr, parar, saltar y cambiar de dirección con frecuencia, como en el fútbol por ejemplo.