Archivo del Autor: Inma Moltó

Rodilla y cadera, dianas de la artrosis

La artrosis se produce por la degeneración de los cartílagos de las articulaciones, es por tanto una enfermedad degenerativa. La rodilla y cadera son las articulaciones más propensas a sufrirla, son las dianas de la artrosis.

La degeneración del cartílago supone un desgaste de estas almohadillas que sirven para unir los huesos. El desgaste produce dolor. Este desgaste en muchas ocasiones se produce por un exceso de carga, de peso.

La rodilla y cadera son las articulaciones conocidas como articulaciones de carga, porque sobre ellas cargamos el peso de nuestro cuerpo. Llegan a soportar, en algunos movimientos hasta tres veces el peso de la persona, de ahí que sean las más propensas a sufrir artrosis.

Síntomas de artrosis de rodilla y cadera

En el caso de la artrosis los síntomas suelen implicar dolor diario en estas regiones. Hay que tener en cuenta que el dolor de cadera esta localizado en la zona de las ingles. La rigidez, dificultad para levantarse, problemas para subir y bajar escalera. El dolor cede en reposo y aumenta cuando comenzamos a caminar.

Cuando sufrimos artrosis en alguna de estas articulaciones es importante hacer un diagnóstico correcto, para saber qué tratamiento seguir. Es fundamental acudir a un médico o especialista para que valore nuestros síntomas e indique los pasos a seguir en el tratamiento.

Causas de la artrosis de rodilla y cadera

Entre las causas más importantes de la artrosis encontramos, además del sobre peso o la sobrecarga de las articulaciones, otros factores. Os los resumimos a continuación.

Están los factores genéticos. Hay personas que ya nacen predispuestas por factores genéticos a sufrir artrosis. Sus genes hacen que sea más fácil padecer la degeneración del cartílago.

La edad es otro factor que afecta a la artrosis, a medida que nos hacemos mayores, el cartílago se debilita y se desgasta por el paso del tiempo.

El deporte de impacto y los deportistas profesionales son también más propensos a sufrir artrosis.

Prevención de la artrosis de cadera y rodilla

Uno de los grandes enemigos de los cartílagos, como hemos dicho es el sobre peso, por lo que es necesario combatirlo. Debemos mantener nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) en valores saludables, que no indiquen sobre peso ni obesidad. Para ello es importante llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio.

Realizar ejercicio físico adaptado a la edad y características de cada persona ayuda a mantener los huesos y los músculos fuertes, lo que protege a los cartílagos y evita su degeneración. El sedentarismo es perjudicial para nuestra salud y nuestros cartílagos.

Una alimentación sana, según los parámetros de la dieta mediterránea, nos ayuda a reducir el riesgo de artrosis. Además debemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en magnesio, azufre y sobre todo silicio. El silicio ayuda a sintetizar el colágeno, que es la sustancia que se destruye cuando padecemos artrosis. Además sintetiza el calcio, fundamental para nuestros huesos, para que se mantengan fuertes y sanos.

Los estudios científicos aseguran que también es conveniente añadir a nuestra dieta, la ingesta de leche desnatada, que contiene calcio, fundamental para nuestros huesos. Es un elemento que suma a todos los anteriores.

Por lo que respecta a complejos vitamínicos, ayudan, pero deben tomarse en situaciones críticas. Por ejemplo, después de sufrir una enfermedad que baja nuestro rendimiento. No hay que tomarlos todo el año.

Piernas cansadas. Consejos para mejorar la circulación

El síndrome de piernas cansadas se asocia a la existencia de problemas circulatorios. Si la sangre no circula correctamente, las articulaciones y en especial las piernas se hinchan, sentimos pesadez, picor, calambres, hormigueos.

Las mujeres tiene una mayor tendencia a sufrir de piernas cansadas, pero esto no quiere decir que sea un problema que solo afecta al género femenino. Los hombres también sufre de mala circulación.

Factores que provocan el síndrome de piernas cansadas

La mala circulación está detrás del síndrome de piernas cansadas. Pero esta mala circulación puede ser debida a varios factores. Es importante acudir a un médico o especialista que valore el alcance de la dolencia y dicte el mejor tratamiento.

Entre los factores que provocan esta pesadez de piernas encontramos:

Las altas temperaturas: el calor es un factor vasodilatador. Con las altas temperaturas, las válvulas venosas se hacen más débiles y la sangre circula más lentamente y encuentra más dificultad para llegar al corazón.

La genética: los problemas circulatorios en el 75% de los casos son hereditarios. Es decir, pasan de padres a hijos.

El sedentarismo: la falta de ejercicio hace que la sangre circule más lentamente. Al cabo de muchas horas sentados o con las piernas en la misma posición, los tobillos, articulaciones se hinchan. Las personas que sufren de mala circulación deben procurar, en la medida de lo posible, no permanecer en la misma posición mucho tiempo. Es importante, en situaciones como viajes largos, moverse de vez en cuando.

El sobrepeso: la personas con obesidad o peso superior al saludable sufren de mala circulación. La grasa acumulada y la celulitis dificultan el retorno venoso.

Desarreglos hormonales: las hormonas también afecta a la circulación. En situaciones donde se produce un desarreglo hormonal como los días previos a la menstruación, el embarazo, es normal que se sufra más de piernas cansadas.

El tabaco: la nicotina presente en el tabaco agudiza los problemas circulatorios, ya que provoca un estrechamiento de los vasos sanguíneos que dificulta la circulación de la sangre. Además eleva la tensión arterial y el ritmo cardíaco.

Vestir prendas ajustadas: las prendas de vestir que se ajustan en exceso comprimen y dificultan la circulación de la sangre.

Cómo mejorar la circulación

Si sufres del síndrome de piernas cansadas es importante que evites el sedentarismo. El ejercicio diario ayuda además de controlar el peso a mejorar la circulación de la sangre. Es importante mantenerse activos. Ejercicios como andar a ritmo ligero, la natación, el ciclismo son muy útiles para activar la circulación.

A la hora de dormir es muy recomendable descansar con las piernas elevadas. Debemos elevar las piernas a un nivel más alto que el corazón para facilitar el retorno venoso. Para ello, son muy recomendables las camas articuladas que nos permiten elevar el piecero sin que el colchón se deforme y dormir confortablemente. En este vídeo de nuestros amigos de Colchones.es nos cuentan qué colchón elegir si sufrimos de mala circulación.

Se pueden usar medias compresivas que venden en las farmacias que nos ayudan a activar la circulación. Hay de varios tipos y para todas las estaciones del año.

Los baños alternando el agua fría y templada nos ayudan también a activar la circulación. Los paseos por la playa, con las piernas sumergidas son muy buenos para reducir los efectos de las piernas cansadas.

Además es importante llevar una dieta equilibrada y no ingerir productos malos para la circulación como el alcohol. Son muy recomendables las frutas y verduras, por su capacidad para eliminar líquidos y mejorar el retorno venoso.

Evitad las prendas de vestir y calzado que opriman. Es mejor no usar zapatos con tacones excesivos. También es importante evitar el contacto directo con el sol.

Dolores de espalda y rodilla: Hernias de disco

La rodilla puede dolor por muchas causas. Una de ellas, es que el dolor sea producido por una hernia de disco en la zona lumbar. Cuanto antes se diagnostique, más rápida es la recuperación.

Las hernias de disco se producen porque los discos intervertebrales, que unen los huesos de la columna vertebral, se desplazan. Esto puede provocar la compresión de los nervios (pinzamiento) o de los elementos vasculares. Se acumulan sustancias inflamatorias y aparece el dolor que puede irradiarse a otras zonas como la rodilla.

Hernia de disco. Tratamiento

Ante la aparición de dolor, debe acudir a un especialista que valore los síntomas y determine el problema, para ponerle solución. Cuanto antes se obtiene un diagnóstico, mejor es la recuperación. En el caso de las hernias de disco, se puede optar por un tratamiento más conservador o por un tratamiento quirúrgico.

El tratamiento más conservador de la hernia de disco pasa por someterse a rehabilitación, medicación antiinflamatoria, osteopatía y fisioterapia y observar la evolución. Siempre bajo la supervisión de un especialista médico.

Los médicos cada vez son menos dados a recetar reposo absoluto. Ejercicios como el pilates o la natación nos pueden ayudar a reducir el dolor. Está comprobado que mantenernos en movimiento: evita la rigidez de los músculos, además de fortalecerlos; favorece el drenaje linfático, evitando trombosis y embolias. Además para las personas con sobre peso, es fundamental acompañar el tratamiento conservador con una dieta que reduzca los kilos.

Una de las técnicas utilizadas en el tratamiento de la hernia de disco y en lesiones musculares es el kinesiotape (vendas de colores). Es un vendaje neuromuscular con un esparadrapo elástico de tiras de hilo trenzado de algodón. Esta técnica tiene poder analgésico, drenante, antiinflamatorio, relajante. Los colores más intensos, se usan para calmar el dolor y la inflamación. Mientras que los colores fríos tiene efecto drenante y relajante.

El tratamiento quirúrgico es la solución cuando el tratamiento conservador no está dando frutos. Ya sea porque el dolor no remite o se observa pérdida de fuerza e incluso dificultad en el control de esfínteres. Como toda intervención tiene sus riesgos.

Otras causas de dolor de rodilla

Para determinar las causas del dolor de rodilla, es importante localizar la zona en la que se siente el dolor. Según en qué zona esté localizado, la causa y el tratamiento es distinto.

Si el dolor es generalizado: la causa puede ser artrosis, bursitis (inflamación de la bolsa serosa que contiene líquido sinovial que ayuda a lubricar la articulación), artritis o rotura de ligamentos.

Molestia en la zona trasera de la rodilla: la causa suele ser la artritis reumatoide o quistes de Baker (acumulación de líquido sinovial por problemas en la articulación de la rodilla).

Dolor en la zona delantera de la rodilla: suele ser provocado por bursitis o artritis reumatoide.

Molestias en los laterales: puede ser por una rotura de menisco, alguna lesión en los ligamentos.

Para evitar lesiones de rodilla es importante mantener la musculatura de la zona en perfecto estado. Si realizas ejercicio físico es importante realizar ejercicios de calentamiento y ejercicios de estiramientos, para que no se produzcan roturas musculares.