Rodilla y cadera, dianas de la artrosis

La artrosis se produce por la degeneración de los cartílagos de las articulaciones, es por tanto una enfermedad degenerativa. La rodilla y cadera son las articulaciones más propensas a sufrirla, son las dianas de la artrosis.

La degeneración del cartílago supone un desgaste de estas almohadillas que sirven para unir los huesos. El desgaste produce dolor. Este desgaste en muchas ocasiones se produce por un exceso de carga, de peso.

La rodilla y cadera son las articulaciones conocidas como articulaciones de carga, porque sobre ellas cargamos el peso de nuestro cuerpo. Llegan a soportar, en algunos movimientos hasta tres veces el peso de la persona, de ahí que sean las más propensas a sufrir artrosis.

Síntomas de artrosis de rodilla y cadera

En el caso de la artrosis los síntomas suelen implicar dolor diario en estas regiones. Hay que tener en cuenta que el dolor de cadera esta localizado en la zona de las ingles. La rigidez, dificultad para levantarse, problemas para subir y bajar escalera. El dolor cede en reposo y aumenta cuando comenzamos a caminar.

Cuando sufrimos artrosis en alguna de estas articulaciones es importante hacer un diagnóstico correcto, para saber qué tratamiento seguir. Es fundamental acudir a un médico o especialista para que valore nuestros síntomas e indique los pasos a seguir en el tratamiento.

Causas de la artrosis de rodilla y cadera

Entre las causas más importantes de la artrosis encontramos, además del sobre peso o la sobrecarga de las articulaciones, otros factores. Os los resumimos a continuación.

Están los factores genéticos. Hay personas que ya nacen predispuestas por factores genéticos a sufrir artrosis. Sus genes hacen que sea más fácil padecer la degeneración del cartílago.

La edad es otro factor que afecta a la artrosis, a medida que nos hacemos mayores, el cartílago se debilita y se desgasta por el paso del tiempo.

El deporte de impacto y los deportistas profesionales son también más propensos a sufrir artrosis.

Prevención de la artrosis de cadera y rodilla

Uno de los grandes enemigos de los cartílagos, como hemos dicho es el sobre peso, por lo que es necesario combatirlo. Debemos mantener nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) en valores saludables, que no indiquen sobre peso ni obesidad. Para ello es importante llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio.

Realizar ejercicio físico adaptado a la edad y características de cada persona ayuda a mantener los huesos y los músculos fuertes, lo que protege a los cartílagos y evita su degeneración. El sedentarismo es perjudicial para nuestra salud y nuestros cartílagos.

Una alimentación sana, según los parámetros de la dieta mediterránea, nos ayuda a reducir el riesgo de artrosis. Además debemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en magnesio, azufre y sobre todo silicio. El silicio ayuda a sintetizar el colágeno, que es la sustancia que se destruye cuando padecemos artrosis. Además sintetiza el calcio, fundamental para nuestros huesos, para que se mantengan fuertes y sanos.

Los estudios científicos aseguran que también es conveniente añadir a nuestra dieta, la ingesta de leche desnatada, que contiene calcio, fundamental para nuestros huesos. Es un elemento que suma a todos los anteriores.

Por lo que respecta a complejos vitamínicos, ayudan, pero deben tomarse en situaciones críticas. Por ejemplo, después de sufrir una enfermedad que baja nuestro rendimiento. No hay que tomarlos todo el año.

Piernas cansadas. Consejos para mejorar la circulación

El síndrome de piernas cansadas se asocia a la existencia de problemas circulatorios. Si la sangre no circula correctamente, las articulaciones y en especial las piernas se hinchan, sentimos pesadez, picor, calambres, hormigueos.

Las mujeres tiene una mayor tendencia a sufrir de piernas cansadas, pero esto no quiere decir que sea un problema que solo afecta al género femenino. Los hombres también sufre de mala circulación.

Factores que provocan el síndrome de piernas cansadas

La mala circulación está detrás del síndrome de piernas cansadas. Pero esta mala circulación puede ser debida a varios factores. Es importante acudir a un médico o especialista que valore el alcance de la dolencia y dicte el mejor tratamiento.

Entre los factores que provocan esta pesadez de piernas encontramos:

Las altas temperaturas: el calor es un factor vasodilatador. Con las altas temperaturas, las válvulas venosas se hacen más débiles y la sangre circula más lentamente y encuentra más dificultad para llegar al corazón.

La genética: los problemas circulatorios en el 75% de los casos son hereditarios. Es decir, pasan de padres a hijos.

El sedentarismo: la falta de ejercicio hace que la sangre circule más lentamente. Al cabo de muchas horas sentados o con las piernas en la misma posición, los tobillos, articulaciones se hinchan. Las personas que sufren de mala circulación deben procurar, en la medida de lo posible, no permanecer en la misma posición mucho tiempo. Es importante, en situaciones como viajes largos, moverse de vez en cuando.

El sobrepeso: la personas con obesidad o peso superior al saludable sufren de mala circulación. La grasa acumulada y la celulitis dificultan el retorno venoso.

Desarreglos hormonales: las hormonas también afecta a la circulación. En situaciones donde se produce un desarreglo hormonal como los días previos a la menstruación, el embarazo, es normal que se sufra más de piernas cansadas.

El tabaco: la nicotina presente en el tabaco agudiza los problemas circulatorios, ya que provoca un estrechamiento de los vasos sanguíneos que dificulta la circulación de la sangre. Además eleva la tensión arterial y el ritmo cardíaco.

Vestir prendas ajustadas: las prendas de vestir que se ajustan en exceso comprimen y dificultan la circulación de la sangre.

Cómo mejorar la circulación

Si sufres del síndrome de piernas cansadas es importante que evites el sedentarismo. El ejercicio diario ayuda además de controlar el peso a mejorar la circulación de la sangre. Es importante mantenerse activos. Ejercicios como andar a ritmo ligero, la natación, el ciclismo son muy útiles para activar la circulación.

A la hora de dormir es muy recomendable descansar con las piernas elevadas. Debemos elevar las piernas a un nivel más alto que el corazón para facilitar el retorno venoso. Para ello, son muy recomendables las camas articuladas que nos permiten elevar el piecero sin que el colchón se deforme y dormir confortablemente. En este vídeo de nuestros amigos de Colchones.es nos cuentan qué colchón elegir si sufrimos de mala circulación.

Se pueden usar medias compresivas que venden en las farmacias que nos ayudan a activar la circulación. Hay de varios tipos y para todas las estaciones del año.

Los baños alternando el agua fría y templada nos ayudan también a activar la circulación. Los paseos por la playa, con las piernas sumergidas son muy buenos para reducir los efectos de las piernas cansadas.

Además es importante llevar una dieta equilibrada y no ingerir productos malos para la circulación como el alcohol. Son muy recomendables las frutas y verduras, por su capacidad para eliminar líquidos y mejorar el retorno venoso.

Evitad las prendas de vestir y calzado que opriman. Es mejor no usar zapatos con tacones excesivos. También es importante evitar el contacto directo con el sol.

Dolores de espalda y rodilla: Hernias de disco

La rodilla puede dolor por muchas causas. Una de ellas, es que el dolor sea producido por una hernia de disco en la zona lumbar. Cuanto antes se diagnostique, más rápida es la recuperación.

Las hernias de disco se producen porque los discos intervertebrales, que unen los huesos de la columna vertebral, se desplazan. Esto puede provocar la compresión de los nervios (pinzamiento) o de los elementos vasculares. Se acumulan sustancias inflamatorias y aparece el dolor que puede irradiarse a otras zonas como la rodilla.

Hernia de disco. Tratamiento

Ante la aparición de dolor, debe acudir a un especialista que valore los síntomas y determine el problema, para ponerle solución. Cuanto antes se obtiene un diagnóstico, mejor es la recuperación. En el caso de las hernias de disco, se puede optar por un tratamiento más conservador o por un tratamiento quirúrgico.

El tratamiento más conservador de la hernia de disco pasa por someterse a rehabilitación, medicación antiinflamatoria, osteopatía y fisioterapia y observar la evolución. Siempre bajo la supervisión de un especialista médico.

Los médicos cada vez son menos dados a recetar reposo absoluto. Ejercicios como el pilates o la natación nos pueden ayudar a reducir el dolor. Está comprobado que mantenernos en movimiento: evita la rigidez de los músculos, además de fortalecerlos; favorece el drenaje linfático, evitando trombosis y embolias. Además para las personas con sobre peso, es fundamental acompañar el tratamiento conservador con una dieta que reduzca los kilos.

Una de las técnicas utilizadas en el tratamiento de la hernia de disco y en lesiones musculares es el kinesiotape (vendas de colores). Es un vendaje neuromuscular con un esparadrapo elástico de tiras de hilo trenzado de algodón. Esta técnica tiene poder analgésico, drenante, antiinflamatorio, relajante. Los colores más intensos, se usan para calmar el dolor y la inflamación. Mientras que los colores fríos tiene efecto drenante y relajante.

El tratamiento quirúrgico es la solución cuando el tratamiento conservador no está dando frutos. Ya sea porque el dolor no remite o se observa pérdida de fuerza e incluso dificultad en el control de esfínteres. Como toda intervención tiene sus riesgos.

Otras causas de dolor de rodilla

Para determinar las causas del dolor de rodilla, es importante localizar la zona en la que se siente el dolor. Según en qué zona esté localizado, la causa y el tratamiento es distinto.

Si el dolor es generalizado: la causa puede ser artrosis, bursitis (inflamación de la bolsa serosa que contiene líquido sinovial que ayuda a lubricar la articulación), artritis o rotura de ligamentos.

Molestia en la zona trasera de la rodilla: la causa suele ser la artritis reumatoide o quistes de Baker (acumulación de líquido sinovial por problemas en la articulación de la rodilla).

Dolor en la zona delantera de la rodilla: suele ser provocado por bursitis o artritis reumatoide.

Molestias en los laterales: puede ser por una rotura de menisco, alguna lesión en los ligamentos.

Para evitar lesiones de rodilla es importante mantener la musculatura de la zona en perfecto estado. Si realizas ejercicio físico es importante realizar ejercicios de calentamiento y ejercicios de estiramientos, para que no se produzcan roturas musculares.

Recuperación de una operación de menisco

Las lesiones de menisco son muy frecuentes cuando se practican deportes de contacto o en los que la rodilla está muy expuesta a movimientos bruscos como el esquí o el fútbol, pero también se pueden producir en nuestra vida diaria cuando realizamos un mal giro de rodilla. Cuando los especialistas consideren que es necesario realizar una operación de menisco es importante seguir las pautas de recuperación que nos indiquen.

El menisco está situado en la rodilla, se trata de una almohadilla formada por fibrocartílagos que está situada entre los cartílagos del hueso del fémur y el de la tibia. Se divide en el menisco externo, situado fuera de la rodilla y el menisco interno o medial, situado en la parte interna. Esta estructura gomosa tiene como función la amortiguación del choque entre ambos cartílagos, como la forma de estos cartílagos tibial y femoral es distinta, los meniscos ayudan a que se acoplen mejor, con ello conseguimos una mayor estabilidad de la rodilla.

Operación de menisco

Cuando se produce un movimiento brusco, los meniscos pueden rasgarse y producirse una lesión que según su gravedad requerirá de operación. Es importante acudir a un traumatólogo cuando notemos alguno de estos síntomas:

  • Imposibilidad de realizar flexión o extensión completa por bloqueo de la articulación.
  • Crujidos al doblar o extender la rodilla
  • Dolor sobre todo en movimiento que obligue a flexión completa de rodilla.
  • Imposibilidad de andar en cuclillas.
  • Dolor cuando se realiza una palpación en la zona.

El traumatólogo será la persona encargada de realizar el diagnóstico y decidir el tratamiento. Nos dirá cuándo aplicar frío, si es necesario acudir al fisioterapeuta y guiará a este para determinar las pautas de recuperación. Realizará un vendaje compresivo, nos pautará el uso de rodilleras específicas para las lesiones de menisco, con el fin de inmovilizar la zona y ayudar a su recuperación. En caso de ser necesario, si la gravedad de la lesión lo requiere realizará la operación. La técnica más usada es la artroscopia que suele dar resultados excelentes.

En caso de ser necesaria la intervención quirúrgica debemos seguir las instrucciones de recuperación que nos marque el especialista. En un primer momento es importante guardar reposo, se nos aplicará un vendaje de inmovilización. Cuando ya se pueda comenzar a realizar movimientos, nos marcará las pautas de ejercicios y su intensidad.

Las rodilleras nos ayudan a reducir el impacto y el sufrimiento de la rodilla y sus estructuras. Cuando se ha sufrido una lesión de menisco permiten mantener protegida la zona y ayudan a que los movimientos sean más graduales. Mejoran la recuperación y dan seguridad al deportista, al ejercer muy bien de presión.

Operación menisco

Usar la rodillera adecuada también nos puede ayudar a evitar roturas de menisco ya que nos ayudan a evitar movimientos bruscos y giros inadecuados de rodilla o rotaciones tibiales agresivas, que deriven en lesión.

El especialista nos indicará cómo y qué rodillera elegir para conseguir una perfecta recuperación del menisco. Es importante que la rodillera sea la adecuada y ejerza la presión necesaria, para ello hemos de utilizar una talla correcta.

Si vivís en Alicante os recomendamos acudir al centro médico Artrosport, son especialistas en medicina deportiva y os ayudarán a volver cuanto antes y con las mejores garantías a vuestra vida diaria. Sin recaer en las lesiones. Podéis pedir cita en este enlace.

Lo que deberías saber antes de comprar una rodillera

En el post de hoy vamos a descubrir qué debemos tener en cuenta antes de comprar una rodillera. Talla, materiales, uso…son factores a tener en cuenta a la hora de elegir la rodillera que mejor se adapte a nuestras necesidades.

A la hora de comprar una rodillera os aconsejamos que os hagáis una serie de preguntas que os vamos a comentar a continuación, en función de vuestras respuestas sabréis que rodillera debéis comprar.

¿Para qué necesitas la rodillera?

En el mercado existen una gran cantidad y tipos de rodilleras. El uso que vayamos a hacer de ella será determinante en nuestra elección. Es distinto si necesitáis la rodillera para prevenir lesiones que si la necesitáis como complemento a la recuperación de algún tipo de lesión.

Si queréis una rodillera para realizar determinados deportes, con el fin de que la rodillera os proteja y evite que la rodilla sufra a la hora de hacer ejercicio. Tendréis que comprar una rodillera que se adapte al deporte que vayáis a realizar. Por ejemplo, existen rodilleras especiales para ciclistas, runners, senderistas, patinadores, snowboards…. Podemos decir que cada deporte tiene su propia rodillera exclusiva, que protege la zona de la rodilla que más sufre en ese deporte.

Comprar una rodillera

Si habéis sufrido una lesión y necesitáis usar rodilleras para proteger la zona y para ayudaros en su recuperación. En este caso nuestro consejo es que compréis la rodillera que os aconseje el especialista, ya sea un médico o un fisioterapeuta. Debéis seguir las pautas de utilización que os marquen. Cada lesión tiene su rodillera específica. Así hay rodilleras para lesiones de menisco, para lesiones de ligamentos, luxaciones de rodilla, rodilleras para condromalacia, etc.

¿Qué materiales componen la rodillera?

En el mercado existen rodilleras de distintos tipos como os contamos en un post anterior. Cada una de ellas están prescritas para distintos tipos de lesiones o dolencias. Las rodilleras más usadas son las de neopreno, sobre todo para prevenir lesiones.

A la hora de comprar una rodillera debéis tener en cuenta el material o materiales en los que han sido fabricados. Sobre todo si sois una persona alérgica, debéis comprobar que ninguno de sus componentes os producirá alergias. Por ejemplo, la rodillera puede contener látex, un material que les aporta elasticidad, pero hay personas que son alérgicas al látex, estas personas no podrán usarlas.

Comprar una rodillera

¿Qué talla de rodillera necesito?

Para que una rodillera tenga el efecto deseado, debe ajustarse perfectamente a la articulación. No puede presionar al máximo, porque no permitirá el flujo sanguíneo que es necesario para un buen funcionamiento; tampoco puede quedar suelta, ya que no tendrá el efecto de sujeción que perseguimos con su uso. Además al movernos, la rodillera acabará cayendo.

Para saber qué talla de rodillera necesitas, simplemente debes medir el contorno de tu rodilla, rodéala con una cinta métrica y apunta tu medida. Necesitarás una talla XS, si tu medida es menor a 35 cm; una talla S, si mide 34-36 cm; talla M, si es 36-38 cm; talla L para 38-41 cm; talla XL para 41-44 cm y talla XXL para 44-49 cm.

Respondiendo estas preguntas tendrás lo necesario para saber qué rodillera comprar. Os aconsejamos que ante cualquier dolencia o molestia en las rodillas, acudáis a un especialista. Ellos valorarán tu caso y te pautarán la rodillera qué necesitas.

Si vivís en Alicante, os recomendamos el centro Médico ArtroSport, son especialista en medicina deportiva y tiene todo lo necesario para evaluar tus necesidades. Están situados cerca del centro comercial Gran Vía, en la Plaza Alcalde Agatángelo Soler, 1. Podéis pedir cita en este enlace.

Las mejores rodilleras del mercado

Cada lesión requerirá el uso de una rodillera determinada. Es importante ponerse en manos de especialistas que valoren el daño y nos prescriban las mejores rodilleras adecuadas para nuestra lesión. En este post vamos a analizar las distintas rodilleras que existen en el mercado y ver para qué lesión son más adecuadas.

Una mala elección de rodillera puede llevarnos a un agravamiento de la lesión o a la aparición de nuevas lesiones en zonas distintas a la rodilla como tobillos, talones… Es el especialista el que debe juzgar si nuestra lesión requiere del uso de rodilleras y de qué tipo. Cuando sientas una molestia, o pinchazo en la rodilla debes acudir a tu médico o fisioterapeuta, él te aconsejará unos tipos de rodilleras en función del dolor que padezcas.

Cómo son las mejores rodilleras

A pesar de que existen distintos tipos de rodilleras, como veremos a continuación, los expertos en fisioterapia recomiendan que las rodilleras a utilizar cumplan tres criterios fundamentales:

Deben tener en la zona de la rodilla articulaciones policéntricas con el fin de que el ajuste sea perfecto, teniendo en cuenta la forma de la rodilla. Además facilita el movimiento de la articulación sin que ésta sufra más daño.

Cuanto más largas sean mejor, de este modo su brazo de palanca será mayor y el ajuste más adecuado.

Deben quedar totalmente ajustadas, su función es la de ejercer compresión sobre la rodilla, no serán útiles si nos quedan grandes y se deslizan, ya que dejarán de proteger la rodilla. Es fundamental colocar bien una rodillera, una mala posición podría empeorar las molestias o lesión.

Tipos de rodilleras según lesión

A la hora de establecer una clasificación por tipos de rodilleras, podemos distinguir entre tres grandes grupos: las rodilleras básicas (abiertas o cerradas, normalmente de neopreno que ejercen más o menos presión y no limitan el movimiento de la articulación), las rodilleras con flejes o refuerzos laterales (inmovilizan el lateral evitando movimientos bruscos) y las rodilleras ortopédicas que inmovilizan la rodilla.

Centrándonos en las rodilleras básicas podemos distinguir entre abiertas y cerradas.

Las rodilleras abiertas dejan la zona de la rótula al descubierto, se pueden usar de forma prolongada y son en algunas ocasiones la solución para evitar pasar por el quirófano. Se suelen prescribir para lesiones de rótula, condromalacia rotuliana o artrosis femoropatelar.

rodillera abierta

Las rodilleras cerradas no dejan ninguna zona al aire libre. De este modo presionan más y comprimen más la zona de la rodilla. Además aportan calor. Su uso no están prolongado en el tiempo. Se suelen recetar para el tratamiento de esguinces, tendinitis, inflamación de la rodilla. También se usan en casos post operatorios de cirugías con artroscopia.

Mejores rodilleras rodillera-cerrada-3-mm-diamante-neopreno-vulkan

Entre las rodilleras básicas también encontramos las rodilleras acolchadas, que protegen la rodilla de golpes gracias a la almohadilla que tienen en la zona central, a la vez que aportan calor a la zona y compresión.

Mejores rodilleras rodillera-acolchada-deportiva-vulkan

Las rodilleras con flejes o refuerzos laterales se prescriben para aquellas lesiones de rodilla que no se encuentran en la zona central, sino en los laterales de la articulación. Son muy utilizadas en los casos de lesiones de ligamentos laterales de rodilla. Los refuerzos o flejes pueden ser flexibles o rígidos, según la zona.

Mejores rodilleras comprar-rodillera-flejes-estabilizadora-neopreno-vulkan

Las rodilleras ortopédicas son sin duda las más aparatosas de todas. Al inmovilizar completamente la zona de la rodilla, dificulta el movimiento y la posibilidad de realizar ejercicios o llevar una vida normal. Se suelen prescribir como tratamiento prequirúrgico y postquirúrgico, en el que se necesita que la rodilla esté totalmente fija para una mejor recuperación.

Son los especialistas los que deben valorar el tipo de rodillera y la duración de su uso. Es importante para curar debidamente una lesión o simplemente para evitar que un simple pinchazo de rodilla vaya a más, acudir a un profesional experto. Nosotros os recomendamos a todos los lectores de Alicante, el centro médico ArtroSport son especialistas en medicina deportiva. Podéis pedir cita en este enlace.

Rodilleras versus fisioterapia ¿Qué es mejor?

Cuando sentimos molestias en la rodilla, somos muchos los que acudimos a solventarlas con el uso de rodilleras. Si persiste el dolor es cuando acudimos a la consulta de un fisioterapeuta. En el post de hoy os hablamos de las rodilleras versus fisioterapia para saber cuál es la mejor solución.

Es importante aclarar que en sí las rodilleras y la fisioterapia no son conceptos enfrentados, sino más bien complementarios. Un fisioterapeuta nos puede indicar qué rodillera es mejor para cada dolencia o lesión de rodilla. Y nos explicará cómo y qué tipo debemos escoger.

Las rodilleras nos ayudarán a evitar lesiones durante la práctica de determinados deportes, en los que la rodilla sufre. Evitará la aparición de molestias y/o nos dará seguridad. Además nos permite recuperarnos más rápido si hemos sufrido alguna lesión.

Rodilleras versus fisioterapia

Si utilizamos rodilleras a la hora de practicar deporte obtendremos una mayor seguridad, al proteger la articulación de la rodilla de posibles impactos o malas posiciones. Aumentan el rendimiento muscular. Pero para obtener estos beneficios es importante que la rodillera ajuste correctamente y estabilice la rodilla.

Es conveniente el uso de rodilleras cuando hemos sufrido alguna lesión, notamos un pinchazo aunque sea muy ligero, durante o después de practicar deporte. Al estabilizar la rodilla, evita que hagamos un mal movimiento, lo que hará que recaigamos de la lesión o el pinchazo se agrave, provocando un problema mayor. También tienen efecto placebo. Al dar seguridad. Al sentirnos protegidos evitamos el miedo, siempre presente, de poder recaer de la lesión.

El uso de rodilleras se aconseja en casos de artritis, artrosis de rodilla, lesiones en los meniscos, traumatismos, esguinces de ligamentos y luxaciones de rodilla. Es recomendable acudir a la consulta de un fisioterapeuta para conocer cómo, cuándo y qué tipo de rodilleras debemos usar. Además, como experto nos ayudará a elegir la rodillera que mejor se adapte a nuestras necesidades. Es importante elegir la talla correcta para que disfrutemos correctamente sus beneficios.

Según sea el grado o la importancia de la lesión, será necesario el tratamiento de fisioterapia. Las rodilleras nos ayudan a no recaer, a evitar lesiones, pero cuando el simple pinchazo acaba degenerando en una dolencia mayor, será necesario acudir a tratamientos de fisioterapia para rehabilitar la zona dañada.

Son varias las lesiones de rodilla que requieren de tratamientos de fisioterapia. La artrosis de rodilla, lesiones en el ligamento cruzado anterior (LCA), en el ligamento cruzado posterior (LCP), en los ligamentos colaterales, en el menisco, tendinopatía rotuliana, condropatía rotuliana, deben ser estudiadas por un fisioterapeuta que nos aconsejará sobre el mejor tratamiento a realizar y si es necesario una intervención quirúrgica.

Además el fisioterapeuta nos dará pautas que debemos seguir a la hora de practicar deporte, que evitarán que la rodilla sufra en exceso. Nos recomendará ejercicios de rehabilitación que nos ayudarán a estar al 100%, en un tiempo menor y mejorará nuestro rendimiento.

Ante cualquier sensación de dolor o molestia en la rodilla, os recomendamos acudir a un especialista, para evitar que el dolor vaya a más y acabe provocando una lesión de importancia.

En Alicante os recomendamos el centro ArtroSport, son especialistas en Medicina Deportiva. Los encontraréis en la Plaza Alcalde Agatángelo Soler, número 1, cerca del centro comercial Gran Vía. Su horario es de lunes a viernes de 8:30 am – 21:30 pm. En este enlace podéis pedir cita previa.

Tendinitis rotuliana vs condropatía rotuliana

A veces, cuando sufrimos un problema de rodilla, la terminología que se emplea para hablar de la dolencia nos resulta confusa y no sabemos muy bien de qué se trata. Lo cual nos genera sentimientos de confusión y cierta impotencia.

En el post de hoy vamos a intentar esclarecer las diferencias entre dos dolencias, la tendinitis rotuliana y la condropatía rotuliana.

 

Tendinitis rotuliana

La tendinitis rotuliana, también conocida como  tendinopatía rotuliana, es la inflamación y/o degeneración del tendón rotuliano que une la rotula a la tibia.

Es una lesión que puede aparecer por sobrecarga de la rodilla, debido a movimientos repetidos que causan irritación o daño en los tejidos de la misma.

Saltar, caer y cambiar de dirección de manera constante pueden provocar torceduras, desgarros y daño en el tendón rotuliano. Coloquialmente se le llama también Rodilla de saltador, porque es común en deportes como el baloncesto, donde los jugadores constantemente están flexionando, saltando o girando esta articulación.

tendinitis-rotuliana. Fuente:http://www.medisportsevilla.com/

Condropatía rotuliana

La condropatía rotuliana o patelar es una lesión que se caracteriza por la degeneración del cartílago articular de la rótula. Hay un reblandecimiento progresivo y desgaste de la cara posterior de la rótula. Esta afección del cartílago rotuliano está provocada por la hiperpresión o/y el mal alineamiento de la rotula, lo que afecta, por consiguiente, al cartílago infrapatelar debido al roce con el condilo femoral.

Una de las principales causas es el llamado “síndrome de mala alineación” de las estructuras articulares que se produce cuando hay exceso de fuerzas laterales cuyos vectores llevan a semi-luxación de la rótula y el consecuente desgaste precoz del cartílago.

El cartílago que hay detrás de la rotula trabaja bien cuando la rotula se posiciona correctamente centrada, circulando entre el fémur y tibia en el desarrollo de la zancada. Si no está bien alineada, para que no chocar con el fémur, se desvía a un lado u otro y desgasta, causando irritación articular.

condropatia_rotuliana. Fuente: http://www.clinicavass.com/

La condropatía es un verdadero estado pre-artrosico que implica una degeneración cartilaginosa como resultado de esfuerzos repetidos. Este estado puede presentar o no dolor, e ir acompañado de crujidos y crepitaciones durante los movimientos con contracción intensa del cuadriceps, como subir y bajar escaleras.

Antes se utilizaba el término condromalacia rotuliana, pero está en desuso en la comunidad médica. Etimológicamente, el término condropatía significa, condro: cartílago, patía: enfermedad. En el caso de la palabra condromalacia, malacia: reblandecimiento.

Si hay reblandecimiento o no, puede observarse con la palpación por artroscopia. Se presenta en algunos de los pacientes con dolor anterior de rodilla, pero también en pacientes asintomáticos.

La lesión del cartílago (Condropatía) fue clasificada por Outerbridge en 4 estadíos:

  • Grado I: Reblandecimiento o aspecto ampolloso
  • Grado II: Fibrilación superficial o fisuras leves en el área afectada
  • Grado III: Fibrilación más profunda con fisuras que afectan a  más de la mitad del espesor del cartílago articular
  • Grado IV: Erosión del cartílago hasta el hueso subcondral.

 

condropatia. Fuente: http://traumamodern.blogspot.com.es/

Estas dos patologías, habituales entre deportistas, son como hemos visto diferentes. La primera afecta al tendón y la segunda al cartílago. Pueden darse a la vez pero también por separado.

Para más información ponte en contacto con un equipo especializado, que analizará tu caso y responderá a todas tus preguntas.

artrosport

Ciclismo: beneficios y la rodilla del ciclista

Venimos escribiendo diferentes posts sobre las rodillas, sus cuidados, y prevención de posibles lesiones a la hora de practicar un deporte: senderismo, deportes de invierno, o  correr, son algunos ejemplos. En el artículo de hoy vamos a centrarnos en otro deporte que nos encanta practicar, el ciclismo.

Practica tu deporte favorito sin lesiones

Beneficios de practicar ciclismo

Ser un amante de las dos ruedas tiene numerosos beneficios. Si bien es cierto que en nuestro blog siempre os hablamos de los riesgos, con la intención de prevenirlos o en su caso, tratarlos, no por ello, como apasionados de los deportes, creemos que su práctica responsable tiene muchas y valiosas ventajas sobre nuestra salud y bienestar.

Algunos de estos beneficios de practicar ciclismo son:

  1. Ayuda a estar en forma:  Montar en bici te ayuda a estar en forma, es una de las actividades más completas y ayuda a prevenir dolores de espalda, proteger articulaciones y mejorar el sistema circulatorio e inmunológico.
  2. Mejora el corazón y el sistema cardiovascular: Pedalear de forma regular reduce el riesgo de infarto un 50%. El ritmo cardíaco máximo aumenta y la presión arterial disminuye, es decir, el corazón trabaja economizando. El colesterol LDL “malo” se reduce y como consecuencia los vasos sanguíneo tienen menos posibilidad de calcificarse. Al mismo tiempo, aumenta el colesterol “bueno” o HDL, lo que ayuda a que los vasos sanguíneos se conserven flexibles y saludables.
  3. Previene el dolor de espalda: La espalda también se beneficia de este deporte. Muchos dolores de espalda vienen de la inactividad, además, la falta de ejercicio hace que la musculatura se vaya atrofiando, lo que disminuye su función de “muelle”. En la bici, el torso está ligeramente inclinado adelante, y la musculatura de la espalda está bajo tensión, lo que la obliga a estabilizar el tronco. La postura mantiene la columna vertebral protegida de vibraciones y golpes. Los movimientos regulares de las piernas fortalecen la zona lumbar y previenen la aparición de hernias discales. Otros beneficios que al montar en bicicleta son el estímulo de los músculos de las vértebras dorsales, al hacer que constantemente se compriman y extiendan con el pedaleo.
  4. Protege las articulaciones, en especial, las rodillas: Aunque pueda parecer una contradicción con lo que vas a leer más abajo, no lo es. Bien es cierto que esta es la articulación que más se resiente en este deporte, porque es la que más trabaja, pero al mismo tiempo, a diferencia de otras actividades en las que hay golpeo, como los saltos o la carrera a pie, con la bicicleta las rodillas están más protegidas, ya que del 70 al 80% del peso del cuerpo gravita sobre el sillín, y ni las articulaciones ni los cartílagos soportan cargas elevadas (siendo la articulación que más carga soporta). Quienes protegen sus articulaciones montando en bicicleta regularmente, previenen con ello el riesgo de enfermar de artrosis. También se aconseja la práctica del pedaleo en numerosos tratamientos rehabilitadores articulares, especialmente de rodilla, ya que es un ejercicio libre de impactos, muy limpio en su ejecución, y nada dañino para elementos articulares tales como meniscos, cartílagos, ligamentos, etc.
  5. Favorece el sistema inmunológico: A los enfermos de cáncer y SIDA se les recomienda montar el bici, ¿la razón? que los fagocitos del organismo se movilizan para actuar contra las bacterias y células cancerígenas gracias al pedaleo, por lo que es un buen remedio para ahuyentar infecciones y alejar el cáncer. Esto sí, los esfuerzos moderados refuerzan tu sistema inmune, los de intensidad máxima lo debilitan.
  6. Mejora el estado de ánimo: Al montar en bicicleta, el cerebro se oxigena más y el cuerpo segrega endorfinas, que nos hacen sentir mejor. Está comprobado que los que montan en bicicleta regularmente sufren menos enfermedades psicológicas y depresiones. Montar en bicicleta y pedalear es uno de los mejores antidepresivos naturales que existen.Que tus lesiones no te paren!!

La rodilla del ciclista

Durante el pedaleo, la rodilla es una de las articulaciones que más se fuerza al ser la que más carga de trabajo realiza, como hemos mencionado anteriormente.

En el arco que realiza se da un movimiento de flexión y extensión de la rodilla al pedalear y al mismo tiempo se produce una rotación entre la tibia y el fémur.

Cuando el pedal se encuentra abajo en ángulo de flexión de la rodilla es de 10º-15º; cuando el pedal se encuentra arriba este ángulo pasa a ser de 110º-115º. Estos movimientos repetitivos de flexión – extensión y vuelta a la flexión – extensión, pueden producir desgaste y dolor en dicha articulación.

Además, cuando la rodilla está en completa extensión, la tibia se encuentra en rotación externa de unos 17º respecto al fémur. Según vamos flexionando la rodilla, esta rotación se va corrigiendo hasta llegar a los 30º en que se neutraliza.

Lesión-de-rodilla-en-el-ciclísmo

Aún así, en numerosas ocasiones, los problemas de rodilla, vienen derivados por elementos externos ajenos a la propia articulación. Es decir, no es un problema de diseño articular el provoca molestias o dolores sino otros elementos externos como:

  • Salir a montar con temperaturas muy bajas, lluvia, viento o nieve. La zona articular de la rodilla está expuesta a las variaciones extremas de temperaturas. Además, el grado de humedad, la incidencia del viento y la propia velocidad de desplazamiento del deportista, hacen que la influencia de la temperatura ambiental, sea aún mayor.
  • Acumulación de entrenamientos intensos y/o competiciones. El nivel de stress articular al que sometemos nuestras rodillas, en ocasiones impide respetar los tiempos de recuperación y descanso necesarios para liberarlas de tensión.
  • La reiteración del movimiento. Efectuar millones de pedaladas durante una temporada de igual forma y manera, pueden propiciar el inicio de una tendinitis o cualquier otra lesión.
  • Abuso de fuertes desarrollos. Los deportistas más propensos a tener lesiones articulares de rodilla en la práctica del ciclismo, son aquellos que gustan de emplear desarrollos muy exigentes.
  • Calzado o zapatillas inadecuadas. Un calzado inapropiado puede provocar en días una tendinitis. Fomentar una variación, aunque sea milimétrica en la alineación del eje del pedaleo, o alterar mínimamente el gesto del pedaleo del deportista, son motivos suficientes para producir una lesión.
  • Utilizar diferentes tipos de bicicleta. De igual modo que en el caso anterior, personas que habitualmente cambian de montura y alternan la práctica del ciclismo en carretera con el mountain bike, el triatlón, duatlón, etc. son un factor de riesgo muy evidente.

bici en condiciones adversas de clima. Fuente: http://cdn5.sportadictos.com/

En un post posterior os hablaremos de la tendinitis rotuliana, principal lesión del pedaleo, pero de momento, os recomendamos a modo de prevención evitar usar desarrollos muy duros si queréis conservar sanas las rodillas, e intentar que la cadencia de pedaleo no baje de las 70 rpm en ningún momento.

Para más información o si tienes alguna consulta relacionada con una lesión de rodilla, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de profesionales en artrosport.

Artrosport, que tus lesiones no te paren