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Rodilleras para condromalacia

La condromalacia es una enfermedad que causa la degeneración y el reblandecimiento del cartílago que se encuentra por debajo de la rótula. Los síntomas más comunes de esta patología son el chasquido de la rodilla al flexionarla, el dolor de esta articulación cuando se está demasiado tiempo sentado, al levantarse de una silla o al subir y bajar escaleras. Esta enfermedad suele ser provocada cuando la rótula no se mueve adecuadamente en el surco de la rodilla donde se une con el fémur, o cuando hay un desequilibrio muscular del cuádriceps que controla el movimiento de la rótula.En estos casos es recomendable utilizar unas rodilleras para condromalacia.

Las personas que suelen sufrir más esta enfermedad son los deportistas, los pacientes que han tenido golpes o fracturas en la rótula, las personas mayores con artrosis y los adolescentes y adultos jóvenes, especialmente las mujeres.

Existen diferentes tipos de tratamientos para esta enfermedad en función de la gravedad y del paciente. Algunos de ellos pasan por la medicación con antiinflamatorios, la hidroterapia, una correcta higiene postural, la utilización de rodilleras de centraje rotuliano y, como última opción y siempre que el resto de medidas no funcionen, la cirugía.

Las rodilleras para la condromalacia más recomendadas  son las denominadas rodilleras de centraje rotular, unas rodilleras de neopreno con un agujero para la rótula. Lo que hacen estas rodilleras para la condromalacia es ayudar a mantener la rotula debidamente alineada, y el hueco central sirve para evitar la compresión y aumento del roce rotuliano.

Estas rodilleras para condromalacia rotuliana son útiles cuando los pacientes van a realizar determinadas actividades, sobre todo, aquellas en las que la rodilla va a soportar una carga mayor como, por ejemplo, correr o saltar. Hay determinados estudios que demuestran que entrenar o hacer las actividades del día a día con estas rodilleras para condromalacia ayudan a reducir el dolor y pueden llegar a prevenir esta enfermedad.

Sin embargo, no es para nada recomendable hacer uso de estas rodilleras para condromalacia de una manera continuada ya que a la larga pueden llega a causar la debilidad del cuádriceps e incluso, si se ponen para todas las actividades físicas, cierta dependencia.

De todas maneras, deberá ser el médico o el fisioterapeuta el que deberá recomendar la rodillera para cada tipo de paciente.

Laura Alonso

Rodilleras para lesiones de menisco

Las rodilleras para lesiones de menisco son muy utilizadas hoy en día. El desgarro de menisco es una lesión deportiva bastante habitual, sobre todo en los deportes de contacto. Estos desgarros pueden ser de leves a graves, en función del alcance de la contusión, y pueden impedir que la rodilla funcione correctamente. La mayoría de estas lesiones se inician en el cuerno posterior de los meniscos y más frecuentemente en el interno.

Las lesiones meniscales pueden afectar a cualquier edad, pero las causas son algo diferentes en los distintos grupos de edad. En los pacientes más jóvenes, menores de 30 años, el menisco es una estructura bastante resistente y elástica y suelen producirse por torsiones traumáticas de la rodilla. En los mayores este fibrocartílago se vuelve más débil con el paso del tiempo.

Este tipo de lesiones suelen ser difíciles de prevenir, pues ocurren sin aviso. Aún y todo se puede prevenir el riesgo con las siguientes recomendaciones: fortalecer los músculos del cúadriceps, estirar las piernas antes y después del ejercicio; usar las zapatillas adecuadas para la actividad a realizar y rodilleras.

Las rodilleras para lesiones de menisco son muy recomendables, sobre todo, si se ha sufrido algún tipo de lesión. Da más confianza al deportista, disminuyendo la idea de la posible recaída, que acompaña a la vuelta a la práctica deportiva. Pueden mejorar la sensibilidad propioceptiva, la cual suele quedar muy mermada en la lesión ligamentosa (especialmente cruzados) gracias a la presión que ejercen. Y reduce el alcance de una posible lesión.

Podríamos distinguir tres grandes grupos de rodilleras. La básica que trata de recubrir, con mayor o menor presión la rodilla, limitando, mínimamente, los distintos parámetros de movimiento de rodilla. Otras con flejes laterales flexibles, generalmente de aluminio, que tratan de limitar en mayor medida las aperturas laterales de la rodilla. Algunas constan de mayor o menor número de tiras elásticas cruzadas o no, para dar mayor consistencia a la rodillera. Y finalmente, las más ortopédicas que limitan completamente los movimientos laterales de rodilla.

Alexis D. Vicente

Las rodilleras deportivas ¿cúando utilizarlas?

Las rodilleras deportivas ofrecen grandes beneficios cúando se utilizan correctamente en las diversas actividades deportivas que practicamos. Suelen ser de materiales elásticos fundamentalmente  neopreno y se colocan ajustandóla lo máximo  a la rodilla para ayudar a estabilizarla y evitar movimientos perjudiciales que puedan derivar en lesiones.

A pesar de que existen varios tipos de rodilleras deportivas, nos desmarcamos principalmente por las rodilleras del tipo suaves.

Las rodilleras deportivas permiten una mayor seguridad a la articulación, mejorando las sensaciones y aumentando el rendimiento muscular. Los ejemplos más comunes para la utilización de este producto pueden ser las carreras de atletismo y los partidos tanto de fútbol como de baloncesto, ya que la rodillera reduce el esfuerzo de la articulación, cuando ésta se ve cansada por la actividad física.

¿Cúando utilizarlas?

Uno de los problemas o inconvenientes que genera  el desconocimiento de la gente con la función exacta que realizan las rodilleras deportivas es no utilizarlas a tiempo. Me explico.

Si has sufrido una lesión de rodilla tipo rotura de ligamentos o lesion de menisco, una rodillera deportiva te ayudará a evitar giros inadecuados o rotaciones tibiales bruscas. Hay que tener en cuenta que son buenos protectores tras haber sufrido una operación complicada en la rodilla.Pero son también de gran ayuda cúando sientes cierta inestabilidad de rodilla o simplemente notas un pinchazo. Posiblemente si la utilizas a tiempo evitarás que esas sensaciones deriven en lesion.

Por otro lado, en su favor hay que destacar que  puede mejorar mucho la sensibilidad propioceptiva, necesaria para una correcta rehabilitación.Es decir, cuando se ha producido una lesión de ligamento cruzado o de menisco ejercen muy bien de presión y dan confianza al deportista, eliminando la idea de recaer en la lesión, un pensamiento muy frecuente tras sufrir una lesión muy complicada.

Ander González

Las rodilleras para lesiones de ligamentos

Una de las lesiones más extendidas entre los deportistas es la que afecta a los ligamentos de sus rodillas. En esos casos las rodilleras para lesiones de ligamentos  son muy recomendadas. En la mayoría de los casos, una lesión de este tipo requiere de una intervención quirúrgica, mientras que en otros casos más leves,  una buena rehabilitación que permita fortalecer el músculo, un cambio de nivel y de tipo de actividad deportiva, así como la utilización de una rodillera que estabilice la articulación serán las pautas generales a seguir para recuperarse.

Pero, ¿cómo saber cuál es la rodillera que necesitamos para las diferentes lesiones de ligamentos? Existen multitud de rodilleras, pero hay que saber cuál nos conviene dependiendo del tipo de lesión que tengamos ya que, con la rodillera correcta, los ligamentos reposarán y ya no estarán sometidos a los esfuerzos de determinados ejercicios.

Algunas de las rodilleras aconsejadas para lesiones de ligamentos son:

Profilácticas: están diseñadas para prevenir o ayudar a disminuir la gravedad de una lesión de la rodilla que se haya producido por aplicar una fuerza externa o realizar un giro demasiado forzado.( esguince de rodilla).

– Postoperatorias: diseñadas para colocar inmediatamente después de la reconstrucción de un ligamento de la rodilla. Son más largas y poseen elementos que controlan el grado de movilidad que debe darse a la articulación.

– Funcionales: proporcionan estabilidad mecánica de la rodilla cuando hay un ligamento roto y no reparado. Se utiliza más en la rodilla reconstruida porque previene la tensión o la sobrecarga de los ligamentos reparados, reconstruidos o en fase de cicatrización.

Pero, en el uso de rodilleras para lesiones de ligamentos igual de importante que  saber cuál es la que mejor que se adapta a cada lesión, también es primordial utilizar una rodillera  cómoda y que se adapte a la morfología de la rodilla. Además, a la hora de usar estas rodilleras para lesiones de ligamentos se recomienda poner una malla o un pantalón de ciclista por debajo para evitar las rozaduras y para ayudar a que transpire mejor.

Laura Alonso

¿Qué ventajas tienen las rodilleras de neopreno?

En el mercado de la ortopedia existen varios tipos de rodilleras. Pero ¿cómo saber cuál es la que necesitamos? Muy fácil. La lesión que tengas lo determina. Todas buscan inmovilizar y estabilizar la articulación y están hechas de material que comprime la zona pero según el problema que tengas te irá bien para tu recuperación una rodillera de neopreno, o bien elásticas de contención, con estructuras metálicas, rotuliana, etc.

¿Qué ventajas tienen las rodilleras de neopreno?

Las rodilleras de neopreno son uno de los tipos de protección más utilizadas. Tienen muchas funciones: ajustan y mantienen el calor natural, sirven para prevenir lesiones mayores y ayudan a evitar torceduras y recaídas estabilizando la rodilla. ¿Cuándo es recomendable su uso? Se aconseja en casos de artritis, artrosis de rodilla, lesiones en los meniscos, traumatismos, esguinces de ligamentos y luxaciones de rodilla.

Están hechas de tela antitranspirante (suele ser fieltro) que evita la humedad y el calor excesivo y en el interior cuentan con un forro interior para que no se lastime e irrite la piel.

Dentro de la práctica de deportes las rodilleras de neopreno sirven como prevención a lesiones peores durante el ejercicio deportivo. Este tipo de rodillera tiene también una ventaja importante. Y es que resultan beneficiosas sobre la circulación, reduciendo el posible edema que pueda haber en la zona, haciendo además que los tejidos blandos tengan mayor elasticidad y favoreciendo la recuperación de las alteraciones de la articulación o previniendo recaídas.

Eso sí, en el momento de adquirir una rodillera de neopreno hay que tener en cuenta la talla que más te conviene, de manera que sujete la zona como debe, porque de caso contrario no ayudará a nuestro proceso de recuperación.

Irene Perezagua